El impacto de la obesidad infantil en la salud de los huesos, las articulaciones y los músculos
En el correr de los últimos 20 años, ha habido un aumento dramático en el número de niños, adolescentes y adultos con diagnóstico de sobrepeso u obesidad en Estados Unidos. Actualmente, cerca del 32% de los niños y adolescentes estadounidenses en edades de 2 a 19 años son considerados con sobrepeso u obesos.
Además, el exceso de peso puede causar carencias de vitaminas, desbalances hormonales, y sobrecarga y tensión aumentadas que pueden afectar el crecimiento de los huesos y la salud musculo-esquelética global, causando deformación, dolor y potencialmente una movilidad limitada de por vida y disminución de la calidad de vida.
Una dieta saludable, junto con actividad física regular en la niñez -por lo menos 35 a 60 minutos por día- pueden ayudar a asegurar un peso saludable y huesos fuertes durante toda la vida.
¿Qué es la obesidad?
El sobrepeso y la obesidad son etiquetas para los rangos de peso que exceden lo que generalmente se considera saludable para una altura determinada, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Estos rangos del peso se identifican mediante el Índice de Masa Corporal (BMI) de un niño o un adulto, que se calcula anualmente con base en el peso, altura, edad y sexo del niño, comenzando típicamente a los 2 años.
- Los niños y adolescentes con un BMI en el percentil 85, o por encima del 85 y menor que el percentil 95, se consideran con sobrepeso.
- Los niños y adolescentes con un BMI superior al percentil 95 se consideran obesos.
La prevalencia de la obesidad en los EE.UU.
La obesidad infantil está entre los desafíos médico-sanitarios más serios del siglo 21.
- Durante las últimas tres décadas, se ha duplicado la prevalencia de niños obesos en EE.UU., mientras que el número de adolescentes obesos se ha triplicado.
- Cerca de uno en ocho niños preescolares (edades 2 a 5 años) en EE.UU. es obeso.
- Los niños con sobrepeso u obesos en la edad preescolar tienen cinco veces más probabilidad de sobrepeso u obesidad en la edad adulta que los niños con peso normal.
¿Qué causa la obesidad infantil?
Generalmente se considera que la obesidad es el resultado de comer demasiadas calorías y no tener suficiente actividad (exceso en el aporte de energía y poco gasto de energía). Pero las causas reales de la obesidad a menudo son más complejas. De hecho, una combinación de genética, nivel de actividad, dieta, y el ambiente en el que un niño vive y juega puede contribuir al peso. Por ejemplo, si un niño tiene uno de sus padres obeso, la probabilidad es más o menos 3:1 de que el niño tendrá un BMI en el rango de obesidad.
Según el CDC, los factores medioambientales que podrían contribuir al exceso de peso en los niños y adolescentes incluyen:
- Mayor disponibilidad de alimentos menos saludables y bebidas azucaradas.
- Publicidad de comidas menos saludables.
- Falta de actividad física diaria y de calidad en las escuelas.
- Falta de lugares seguros y atractivos, en muchas comunidades, para jugar o estar activo.
- Acceso limitado a comidas saludables a precios accesibles.
- Tamaños de porciones cada vez más grandes.
- Falta de apoyo para amamantar.
- Mayor exposición a la televisión y los medios de comunicación. Los niños en EE.UU. en edades de 8 a 18 años pasan en promedio 7.5 horas al día usando medios electrónicos en su entretenimiento, incluyendo televisión, computadoras, videojuegos, teléfonos celulares y películas.
Para algunos niños, un aumento en el peso podría ser causado por una condición o enfermedad.
Las enfermedades y condiciones que pueden causar o contribuir a la ganancia de peso incluyen hipotiroidismo, síndrome de Cushing, Síndrome de Prader-Willi y síndrome de Klinefelter.
Obesidad infantil y salud músculo-esquelética
La obesidad infantil puede tener un efecto nocivo en el cuerpo de varias maneras. Según los CDC, los niños diagnosticados como obesos o con sobrepeso tienen más probabilidad de tener:
- Presión arterial alta y colesterol alto, y los dos son factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular.
- Mayor riesgo de tolerancia alterada a la glucosa, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Problemas de respiración, como apnea del sueño y asma.
- Enfermedad de hígado, cálculos biliares y reflujo gastroesofágico.
- Un mayor riesgo de problemas sociales y psicológicos.
Demasiado peso también puede impactar seriamente el crecimiento y la salud de los huesos, las articulaciones y los músculos.
Los huesos crecen en tamaño y fuerza durante la niñez. El exceso de peso puede dañar la placa de crecimiento, el área de cartílago que se desarrolla en el extremo de los huesos del brazo, pierna y otros huesos largos. Las placas de crecimiento regulan y ayudan a determinar la longitud y la forma de un hueso cuando se completó el crecimiento, o se llegó a la madurez.
Demasiado peso impone una sobrecarga excesiva en la placa de crecimiento, lo que puede llevar a una artritis precoz, un mayor riesgo de huesos fracturados y otras condiciones serias, como el deslizamiento de la epífisis capital femoral y la enfermedad de Blount.
Deslizamiento de la Epífisis Capital Femoral
El deslizamiento de la epífisis capital femoral (SCFE) es un trastorno ortopédico en la cadera de adolescentes. Ocurre cuando la esfera en el extremo superior (cabeza) del fémur (hueso del muslo) se desliza hacia atrás y sale de su calce por debilidad de la placa de crecimiento. La condición puede causar semanas o meses de dolor en la rodilla o la cadera, y una cojera intermitente. En casos severos, el adolescente puede llegar a no soportar ningún peso en la pierna afectada.
La condición no es rara, y a menudo se desarrolla durante períodos de crecimiento acelerado o poco después del establecimiento de la pubertad. La disfunción hormonal asociada con la obesidad podría alterar la función de la placa de crecimiento en una manera que puede predisponer a que la cadera de un niño se deslice. Además, el peso adicional también podría aumentar fuerzas de desviación a través de la placa de crecimiento femoral proximal, contribuyendo al deslizamiento.
El tratamiento del SCFE generalmente comienza dentro de las 24 a 48 horas que siguen al diagnóstico y consiste en estabilizar la placa de crecimiento «deslizada» con un tornillo para prevenir más deslizamiento.
En niños diagnosticados con obesidad, puede ser más complicado posicionar y afirmar adecuadamente la cabeza del fémur sin complicaciones.
Enfermedad de Blount
La enfermedad de Blount, o el combado severo de las piernas, es otra condición en la que los cambios hormonales y la sobrecarga aumentada sobre una placa de crecimiento, causados por el exceso de peso, pueden llevar a un crecimiento irregular y a deformación. La deformación progresiva, más que la incomodidad de la rodilla, es la queja más común.
En niños más pequeños y casos menos severos, un aparato ortopédico para la pierna podría corregir el problema. Sin embargo, podría necesitarse cirugía, que consiste de una osteotomía de la tibia. En este procedimiento, se remueve una cuña de hueso de la parte exterior de la tibia (espinilla) debajo del lado sano de la rodilla. Cuando el cirujano cierra la cuña, se endereza la pierna.
Los niños diagnosticados con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de complicaciones relacionadas a este procedimiento, incluyendo infección, retraso en la consolidación del hueso, fracaso en la fijación y recurrencia de la enfermedad de Blount.
Fracturas y complicaciones relacionadas
Los niños diagnosticados con sobrepeso u obesidad pueden tener mayor riesgo de fracturas (huesos quebrados) debido a la sobrecarga en los huesos o a huesos debilitados, secundario a la inactividad. Además, estos niños podrían tener más complicaciones que pueden retrasar o alterar los desenlaces de tratamientos.
Por ejemplo, los implantes de metal tradicionales puede que no sean lo suficientemente fuertes para reparar huesos fracturados o mal alineados. Además, las muletas pueden resultar difíciles de usar para niños obesos o con sobrepeso y la inmovilización de la enyesadura puede no estabilizar lo suficiente los huesos quebrados. Como resultado, a menudo se requiere cirugía además de la enyesadura.
Pies planos
Los niños con sobrepeso u obesos a menudo tienen pies planos dolorosos que se cansan fácilmente y les impiden caminar distancias largas. Muchos niños con pies planos son tratados con aparatos ortopédicos y ejercicios de estiramiento focalizados en el tendón de Aquiles (cordón fibroso del talón).
Debido a que la pérdida de peso a menudo es suficiente para aliviar el dolor de los pies planos, se podrían recomendar ejercicios de bajo impacto para la reducción del peso, como la natación.
Movilidad alterada
Los niños diagnosticados con obesidad a menudo tienen dificultades con la coordinación, que se denomina trastorno del desarrollo de la coordinación (DCD). Los síntomas del DCD pueden incluir:
- Torpeza
- Problemas con la coordinación motora gruesa, como brincar, brincar en un pie o pararse en un pie
- Problemas con la coordinación motora visual o fina, como escribir, usar tijeras, atarse los cordones de los zapatos o golpetear un dedo con otro
El trastorno del desarrollo de la coordinación puede alterar o limitar la habilidad de un niño de hacer ejercicio, con el resultado potencial de más ganancia de peso. La terapia física y terapia ocupacional podrían mejorar el DCD.
Anestesia y otras complicaciones de la cirugía/del tratamiento
Los niños con obesidad tienen un índice más alto de complicaciones con la anestesia que los niños con peso normal. Además, los niños diagnosticados con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidad de tener diabetes, hipertensión, apnea del sueño y otras anomalías endócrinas que pueden afectar el tratamiento quirúrgico y otros tratamientos, y finalmente retrasar o alterar la consolidación del hueso y el regreso a la función normal.
Prevención y tratamiento del aumento de peso en niños y adolescentes
En un número muy pequeño de niños con BMI extremadamente alto–40 o más–podría recomendarse la cirugía bariátrica para reducir el peso y evitar condiciones músculo-esqueléticas de largo plazo y otras condiciones y complicaciones relacionadas.
En la mayoría de los niños, una dieta rica en calcio y otros nutrientes, junto con actividad física regular–por lo menos 35 a 60 minutos por día–pueden ayudar a reducir a un mínimo la ganancia de peso, y al mismo tiempo ayudar a desarrollar y mantener huesos fuertes.
Tomado y Adaptado de :